No parece que en Samsung quieran renunciar a los experimentos singulares. Sus Galaxy S10 ya mostraron ambición en su diseño con esos diseños con agujero en pantalla, pero los nuevos Samsung Galaxy A80 ofrecen una solución distinta para la cámara frontal y la principal.
Se trata de una cámara emegente y giratoria de Samsung que actúa como un módulo que emerge desde la parte posterior del teléfono y gira cuando seleccionamos el modo selfie.
Esto hará que la calidad de las tomas frontales o traseras sea siempre excelente.
Bienvenida (de nuevo), cámara rotatoria
En septiembre de 2013 un fabricante chino entonces algo más desconocido sorprendía a propios y extraños con un concepto singular.
El OPPO N1 debutaba en el mercado con una sorprendente cámara giratoria que estaba integrada en el marco superior con un ingenioso mecanismo que destacaba más por eso que por la calidad «en la media» de la época de esos sensores.
Aquel concepto apenas volvió a aprovecharse desde entonces, pero Samsung ha dado la sorpresa con el Galaxy A80 que precisamente lo combina con esa búsqueda del terminal con pantalla sin marcos.
Hacer desaparecer la cámara frontal es complicado, así que ofrecer una solución como la que plantea Samsung es desde luego una idea interesante.
En la parte trasera es donde están las sorpresas, porque la franja en la que se encuentran los dos sensores de esta cámara -ayudados por un sensor de profundidad 3D- es un componente móvil que «emerge» al activar las fotos desde la cámara frontal, que no es otra que la trasera.
Un diseño sin fisuras
Esa cámara deslizable y giratoria es el elemento que domina todo el diseño del Galaxy A80 cuyo frontal es espléndido, con un frontal mínimo en la parte inferior apenas imperceptible.
En ese diseño se hace de nuevo uso del cristal tanto en el frontal como en la trasera, aunque contamos con un contorno metálico que completa un chasis interesante.